miércoles, 20 de mayo de 2015
C. Andrés Marín Quiroz
Medellín 18/05/2015
Una historia de putas
Un olor a tabaco encendido,
a licor derramado, una iluminación que funcionaba a medias y la música a grandes
decibeles, son algunas de las características de aquel viejo bar donde trabaja “Brigget”.
Por más que pregunté por su
nombre real nunca me fue revelado, aludiendo a que contármelo sería violar sus
principios y su ética laboral, explicación que me daba mientras se reía a
carcajadas.
“Soy puta, sí, puta, un
oficio que me ha ayudado a sacar a mi familia adelante”, era lo que mencionaba
la mujer de “25” años, aunque estoy
seguro que eran más, pues sus facciones y su cuerpo daban cuenta de sus largas
jornadas de trabajo, el cual ejercen más de 4 mil mujeres según la alcaldía de la ciudad.
En este lugar cercano al
emblemático parque Berrio de Medellín se podían percibir miradas llenas de
morbo y lujuria hacia Brigget que según Don Carlos era la “estrella, la más
apetecida, en pocas palabras la consentida de mi negocio”, y en ese preciso
momento parecía que me convertía en un rival más en contra de aquellos que
deseosos esperaban que terminara de hablar.
“A veces son 4, a veces 8,
eso depende del día”, respondía de manera rápida cuando le interrogaba por la
cantidad de hombres que por día “conocía”.
“Hace ya más de 15 años que
hago esto para ganarme la vida, estoy segura que nunca lo voy a dejar, pues
gracias a la prostitución he sacado mi familia adelante; además me encantan los
hombres”, dice mientras guiñaba el ojo a un señor con un particular atuendo que
se sentaba en la mesa del lado.
De momento interrumpe la
conversación, se para, me dice ahorita seguimos hablando y camina hacia una
puerta que está en el fondo del bar, allí entre el humo y la música, desaparece
junto con el hombre de la mesa del lado.
Luego de esperarla por mucho
tiempo, me dice el Don Carlos, el dueño del lugar, “mijo, es mejor que no
espere, ella ya no viene hoy”, decepcionado por todos las preguntas que no pude
hacer emprendí mi viaje hasta la
estación del Metro que me llevaría a mi hogar.
En el camino pasé por más
lugares como el bar de Don Carlos, decidí preguntar nuevamente a las chicas que
en la puerta se paraban y decían:”20 mil y la pieza mi amor” y lo que me
parecía particular era ver la historia se repetía, todas tenían 25 años, querían
sacar su familia adelante con ese trabajo
y su nombre parecía sacado de una película.
Entre “Casandra, Violeta y
una Escarlet”, me la pasé preguntando sobre su oficio y para mi sorpresa ninguna
quería dejar ese trabajo, ¿será la remuneración, será el gusto por el sexo, será falta de valores?.
Continuará....
Fotografía: https://cinefilobar.files.wordpress.com/2012/11/crazy-horse-mkv_002499416.jpg 20/05/2015
Fotografía: https://cinefilobar.files.wordpress.com/2012/11/crazy-horse-mkv_002499416.jpg 20/05/2015
martes, 19 de mayo de 2015
El pequeño escarabajo
El
pequeño escarabajo
(Franchescho
Plata)
Carlos
Andrés Marín Quiroz
Solo tenía 4 años cuando le regalaron
su primera bicicleta. Desde el inicio mostraba una gran virtud para ese aparato.
Su padre Rogelio Plata con gran orgullo se refiere a él como el mejor ciclista colombiano de todos los
tiempos.
Su nombre, Franchesco Plata, aunque parece europeo, viene
de las montañas del cafetero y empinado
corregimiento de Samaria, ubicado entre las cordilleras central y oriental del
departamento de Antioquia.
Franchescho ha logrado a su
corta edad de 20 años ganar el giro, la vuelta y el tour, lo que para su
deporte –el ciclismo- son quizás los títulos anhelados por cualquier corredor.
Tres trofeos de gran tamaño, hechos en oro puro y exhibidos en su sala de
estar, son la prueba reina del talento de este deportista antioqueño
“Hace cerca de 7 años que no
me bajo de la bicicleta, las jornadas de entrenamiento son diarias y van desde
3 hasta 8 horas” dice el joven ciclista que a pesar de ser una de las grandes
promesas para este deporte , siente que le falta algo para ser completamente
feliz y “no es una carrera más”, concluye Plata.
A sus 10 años Franchesco era
un joven apasionado por el deporte, todos los días practicaba, corría y soñaba
con ser uno de los grandes jugadores de Básquetbol de la historia, todo esto a
pesar de su corta estatura de 1,55.
“En realidad siempre me
identificaba con Jordan y con el dream team de la época, soñaba sentirme
coreado y ponerme esa camiseta de los Bulls –equipo que admiro-“, menciona a
voz baja, como lamentándose, el denominado “escarabajo de Samaria”, quien sin
importarle el poco tiempo que lleva y los triunfos logrados, está pensando seriamente en retirarse de su
deporte.
Por su parte los padres y
familiares de este responsable ciclista se han dado a la tarea de recordarle
porqué debe seguir en el ciclismo, deporte que le ha dado tantos título a él y
a su país.
“Fue en una prueba en el
campeonato de su colegio, cuando estaba estrenando una bicicleta de carreras
que su tío le había regalado y subió una loma impresionante a una velocidad
para nada comparable con la de los otros niños de su categoría, al final venció
para la sorpresa de los organizadores pues era la primera vez que competía”,
recuerda su tía Josefina.
Así se van repitiendo los
recuerdos de sus victorias al hablar con todos los integrantes de la familia,
que solo han visto triunfar a este pequeño gigante del deporte de las bielas y
que en las últimas horas ha notificado a su equipo que no correrá el próximo
Tour de Francia que empieza a partir el próximo mes.
“Pequeño, menudito, de piel
blanca y ojos azules”, fue la descripción dada por Robert Madrid, uno de los
célebres periodistas que ha narrado todas las victorias del joven y que se ha
declarado abiertamente preocupado por la posible decisión de Franchescho de
dejar su deporte.
“A los 15 años me fui a
Europa con un gran equipo, allí me prepararon y me enseñaron a ser humano, me
convirtieron en una máquina del deporte, una persona que entrega su vida a una
bicicleta y se olvidaron que mi familia vivía lejos, solo podía venir 1 o 2
veces en el año”, argumento que parece tomar cada vez más fuerza en la cabeza
del corredor que manifiesta nuevamente no querer seguir “pedaleando” por su
futuro.
Así pues queda abierta la
pregunta que muchos de los amantes a este deporte se hacen hoy día, ¿el campeón
sigue o no en el ciclismo?, para su familia está claro que solo es un acto de
rebeldía provocado por su juventud, pero para él parece ser una decisión ya
tomada.
fotografía: http://static3.fondosypantallas.com/wp-content/uploads/2011/10/ciclismo-de-terror.jpg 20/05/2015
fotografía: http://static3.fondosypantallas.com/wp-content/uploads/2011/10/ciclismo-de-terror.jpg 20/05/2015
Un diciembre amargo
Medellín 09/03/2015
C. Andrés Marín Quiroz
Un diciembre amargo
Eran las 4 de la mañana
cuando desperté aquel 22 de diciembre, empaqué mi maleta y me dirigí hacia el
viejo automóvil del seminario, que me llevaría a una vereda a más de 4 horas
por un camino destapado y fangoso de Ocaña, Norte de Santander.
El viaje fue algo pesado
pero al ver la gente animada y celebrando porque llegaba junto con otros dos
seminaristas a celebrar y evangelizar los días antes de navidad todo agotamiento
se fue de mi cuerpo y por un momento me sentí pleno en aquel lugar.
Pasaron 2 días en medio de
jóvenes y niños que iban a la pequeña capilla ubicada en el centro de aquella
vereda para recibir el evangelio, la comunión y uno que otro juguete de los que
recogimos junto con el Obispo de la ciudad durante los 3 meses anteriores a
esta visita.
Era la mañana del tercer día
cuando me despertó una llamada, me sorprendí mucho porque la señal de los
celulares en este lugar era muy deficiente, pero apenas contesté una voz en
medio de gritos me dijo: “¡Alirio, a su mamá la mataron!”, me quedé sentado en
la cama sin comprender ninguna palabra, mientras el celular caía en picada.
Apenas pude reaccionar cogí
del suelo el celular y llamé al número que me había marcado, esta vez contestó
una voz familiar -mi prima preferida- la cual de manera más humana me dijo, “Lo
que pasa Alirio es que a su mamá la asesinaron y a su abuela por defenderla le
pegaron un tiro y está muy grave”, de inmediato le pedí a una de las pocas personas
de la comunidad que tenía moto que me llevara hasta un lugar donde pudiera
conseguir transporte hacia Ocaña.
El viaje fue largo y lleno
de llamadas de todos mis compañeros, sacerdotes y conocidos que se enteraron de
aquel hecho gracias al voz a voz típico de todo pueblo pequeño en Colombia.
Llegué directamente al
hospital de la ciudad donde me encontré con toda mi familia reunida y llorando;
me pidieron el favor de hablar con mi abuela que se encontraba en Cuidados
Intensivos pues sabían que yo era el nieto preferido al pasar toda mi niñez y parte de mi juventud
con ella y mi mamá bajo el mismo techo.
En realidad no sé si me
escuchó porque se encontraba sedada pero le dije: “Abuela no se preocupe que mi
mamá está bien, se está recuperando”, aunque eran mentiras, pues ya sabía que
mi mamá murió al instante al recibir los disparos, recuerdo que salí y me senté
a llorar en un frío pasillo.
En medio de la fiesta que se
vivía en todos lados, la pólvora de colores, la música a todo volumen, los
niños disfrutando de sus nuevos juguetes, en general todo ese ambiente que se
vive un 25 de diciembre, yo estaba
llorando al mirar el ataúd de mi madre.
El reporte oficial fue que
un ex policía estaba obsesionado con mi mamá y al ver que no era correspondido
aprovechó que salió a sacar la basura y
le propinó varios disparos y mi abuela al ver a su hija moribunda se interpuso
y recibió un disparo en la cabeza que pocos días después acabó con su vida.
A pesar del tiempo,
Diciembre sigue siendo una fecha difícil para mí, me alejé de la vida religiosa
que llevaba; decidí venir a Medellín a trabajar y estudiar; todos los días
pienso en mi madre y mi abuela y me lleno de energía para saber que tengo que
salir adelante yo solo.
Pambelé: Del cielo a su infierno
Pambelé: Del cielo a su
infierno
C. Andrés Marín Quiroz
Antonio Cervantes es su
nombre, aunque no pega tan duro como su flamante apodo: Kid Pambelé; “Era lo
máximo que había… ¡un derechazo, un izquierdazo!” dice Francisco Marín un
locutor de radio de la época gloriosa del boxeador colombiano.
En medio de tantos títulos
mundiales, “Pambelé” fue el personaje digno de estar en la agenda informativa
de Colombia a diario, sus peleas se convirtieron en un símbolo de grandeza para
el deporte del país, el cual hasta el surgimiento de esta leyenda del Boxeo
mundial, no había tenido reconocimiento alguno.
Su peso súperligero y sus
potentes golpes lo llevaron a ser el campeón mundial del peso Welter Junior en
repetidas ocasiones, convirtiéndolo incluso en una de las celebridades que
adornan el salón de la fama de este deporte, un logro que lo llevó a
involucrarse con las más célebres personalidades de la farándula nacional e
internacional.
Pero no todo fueron
victorias y nocauts en su vida, quizá la batalla más difícil es la que vive hoy
y a más de 20 años de su retiro,” Pambelé es un paciente en rehabilitación,
consumido por las drogas, las fiestas y el alcohol” dicen los médicos que lo
tratan en la actualidad.
Lo han llamado un Rehén del pasado pues asombra la capacidad de recordar los detalles de cada una
de sus peleas, pues en narraciones hechas al periodista Alberto Salcedo Ramos,
demuestra cómo el color de su pantaloneta, el hotel en el que se hospedó y la
comida que ingirió antes de cada Round, son recuerdos que se mantienen vivos en su memoria.
“Al campeón parece que no le
pasaran los años” afirman sus conocidos, pero no se refieren a la apariencia
sino más bien a sus comportamientos y actitudes en las que pareciera que solo
han pasado días desde que se coronó como
campeón mundial de Boxeo.
Sus trofeos, sus
propiedades, su colección de autos de lujo, “todo desapareció” dicen sus hijos,
quienes señalan a gran parte de sus
amigos poderosos por encaminarlo a las drogas y los demás vicios que hicieron
de la vida gloriosa de Pambelé un verdadero martirio para él y su familia.
Aunque ha tenido un gran
apoyo, su rehabilitación parece no funcionar, ha pasado por una gran cantidad
de centros de reclusión de los que se escapa o se retira sin presentar mejorías
notorias, pues dicen sus allegados que en estos lugares no se siente como una
leyenda viviente y es tratado como un paciente normal.
Finalmente lo que sí es de
admirar en este personaje es que se ganó en un espacio en cada uno de los
corazones de las generaciones de los 70
y 80, quienes vivieron su grandeza como propia y hacían una celebración
patriótica de cada una de las peleas del gran Pambelé.
Taller, "Relato de un náufrago"
Relato de un náufrago
Carlos Andrés Marín Quiroz
Literatura y periodismo, miércoles 2-5
1)
Resumen de la obra:
La obra “Relato de un náufrago” es un escrito que habla
sobre la odisea que vivió Luis Alejandro Velasco, un marinero Colombiano que
cayó junto con varios de sus compañeros del buque destructor “Caldas” y estuvo
a la deriva por más de 10 días sin comer ni beber nada en el mar. Fue el único
que sobrevivió al aferrarse a una balsa que no tenía provisiones y que lo llevó
hasta la costa colombiana cuando ya las labores de búsqueda estaban suspendidas
y las esperanzas de encontrarlo eran muy remotas. Aunque quizás la
particularidad de la obra es que la versión de la Armada colombiana decía
mentiras, como que los hombres habían
caído al agua por una fuerte tormenta,
sin si quiera pensar que Luis sobreviviría para contar que en este barco se
traía mercancía de contrabando que no habían querido soltar para alivianar la
carga.
2)
Descripción del personaje principal:
Luis Alejandro Velasco es un marinero que sobrevivió
naufragando sin comer ni beber nada por más de 10 días en el mar; hombre de
mucha fortaleza mental y física que pareció aprender todo lo que le enseñaban
sus instructores de formación militar para sobrevivir en situaciones extremas.
Es una persona entregada a su familia y a su amor que
vivía en Estados Unidos, condecorado por su acto heroico por las altas
personalidades colombianas, que trataron de esconder su verdad al sobrevivir a
esta situación particular; además era según García Márquez escritor de éste
libro, un verdadero talento para contar historias.
3)
Por qué naufragó:
En realidad el barco nunca naufragó, simplemente cayeron
por la borda varios de los tripulantes de éste por un fuerte oleaje y una carga
que no fue alivianada a tiempo de productos de contrabando que traían los
militares como regalo para sus familias, es necesario resaltar que estaba
estrictamente prohibida la carga en estos buques destructores de la Armada
Colombiana. Si esto se hubiese contado desde el inicio sería un tema de amplia
conversación que mancharía la imagen de esta institución militar y mostraría la
negligencia para atender a sus marineros caídos al dejarlos a la deriva sin
importarles su vida
4)
Desde que punto de vista está narrada:
Está narrada desde el punto de vista del marinero que fue
el que padeció la tragedia en carne propia, que sufrió el abandono de su tripulación
y compañeros; también era el único sobreviviente entre 8 miembros que cayeron
del barco sin importarles regresar por ellos de inmediato. El narrador asume
esta posición gracias a que el náufrago fue a buscarlo al periódico y le contó
detalles hasta ese tiempo desconocidos para la opinión pública como el
transporte de mercancía de contrabando que llevaba el buque, aunque
posteriormente tuvo que irse del país porque ninguno de los altos mandos de la
Armada querían que se contara tal verdad.
5) Episodio más
dramático
El episodio que más me pareció dramático fue cuando él
decidió matar la pequeña gaviota, pues a lo largo de todo el escrito muestran
lo importante que es para un marinero ver una gaviota, casi que significa
tierra libre; aparte de eso la descripción de cómo la asesina y la intenta
comer mientras todo a su alrededor está lleno de sangre, animales salvajes y
plumas me parece demasiado real y el final de esta línea que citaba
textualmente “me acosté a morir” como diciéndole al destino, “llévame ya, nada
me importa”.
6)
Crítica a los medios
Desde su inicio se habla de cómo el escritor luego de
publicar el texto en un diario tuvo que ser exiliado pues contaba muchos
detalles reales del suceso que la fuente oficial había dicho que había pasado mientras
una fuerte tormenta azotaba la embarcación y que gracias al sobreviviente se
descubrió que no era así. Además la inmediatez y el olvido que tienen los
medios frente a muchos temas debido a que cuando el náufrago regresó a tierra
firme nadie conocía siquiera la historia de éstos y ni siquiera la autoridad de
estos pueblos estaba bien informada, solo se enteraron por una corta mención en
la radio del caserío
7)
Opinión del libro
Es un libro entretenido, de esos que no provoca parar de
leer hasta terminar, que está en un lenguaje comprensible por cualquier
persona; cuenta una historia crítica y aventurera de ese náufrago que hizo
cosas increíbles para sobrevivir a tantos días en el mar, sin nada que de
comida ni protección contra el feroz sol.
Es una excelente manera de contar un suceso que fue
noticia nacional y que fue encubierto por las fuentes oficiales que dieron una
versión muy diferente a cerca de lo que fue la caída de los marineros de su
barco.
En general es un libro recomendable para cualquier
persona que se interese por el periodismo literario y una forma divertida de
contar los distintos sucesos cuando se profundiza en ellos.
Fotografía: http://www.elespectador.com/files/imagecache/560_width_display/img_ipad/904d782f66de1e12cd5173e6a0d45541.jpg 20/05/2015
Fotografía: http://www.elespectador.com/files/imagecache/560_width_display/img_ipad/904d782f66de1e12cd5173e6a0d45541.jpg 20/05/2015
Suscribirse a:
Comentarios (Atom)
